La pandemia generó un gran desgaste físico y emocional en los funcionarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pero tras cuatro años del primer caso de COVID-19, la situación no mejora.
En los últimos cinco años, más de 98 mil empleados de la institución han requerido atención psicológica.
Según los datos, en el 2019 se otorgaron 15.009 incapacidades por enfermedades mentales a funcionarios de la Caja, en el 2020 subió a 17.035, un año después se llegó a 20.474 incapacidades, en el 2022 otras 20.829 y el año pasado fueron 24.772.
El panorama no ha sido distinto este año. Hasta marzo se habían otorgado 1.085 incapacidades por trastornos del humor – afectivos, 4.280 por trastornos neuróticos, trastornos relacionados con estrés y trastornos somatomorfos y dos por otras causas.
Si lo vemos por perfil profesional, los problemas con más frecuentes en el personal de enfermería y servicios de apoyo representan el 49% de las incapacidades, seguido de los profesionales en ciencias médicas y servicios generales.
En algunos casos se dan reincidencias, es decir, los funcionarios se incapacitan hasta dos veces por temas de salud mental.
Las enfermedades mentales representan entre el 8 y 9% de las causas de incapacidades de los funcionarios de la Caja.