El presidente Luis Abinader se pronunció ayer, en LA Semanal con la Prensa, sobre las acciones que llevará a cabo para aplicar las reformas que dejó pendientes durante su primer mandato, incluida la fiscal, la cual precisó debe realizarse con el consenso de los sectores sociales.
“En el día de ayer (anteayer), cuando conversamos con el expresidente Leonel Fernández como con el candidato Abel Martínez, les decía que yo, en los próximos días, quería que me informaran el momento más disponible, tanto para ellos como para nosotros, para reunirnos”, dijo.
Su intención es retomar los grandes acuerdos que se llevaban en el Consejo Económico y Social (CES), los cuales estaban avanzados en un 20 %. Entre estos citó el fiscal fiscal y el pacto eléctrico, que debe ser reformulado.
El reelecto mandatario dijo que en lo adelante conversará con los demás líderes políticos para avanzar con los temas de agenda, pero insistió con que el tema fiscal debe incluir una reforma tributaria y del gasto público. Dichos planteamientos forman parte de su nuevo plan de gobierno 2024-2028.
“Existe un proyecto de presentación de la reforma y eso se lo tenemos que presentar a la sociedad cuando esté listo, pero evidentemente nosotros tenemos que evitar que tenga un impacto negativo en las clases más vulnerables del país. Si en alguna parte lo tiene, siempre hay un método de compensación”, respondió a una pregunta sobre la integración de nuevos impuestos.
Dijo que el objetivo de la reforma debe ser disminuir la pobreza. Recaudar para ayudar a los más necesitados.
Mientras, economistas y el sector financiero han externado puntos para su consideración en el debate sobre la reforma fiscal, entre estos la reducción de tasas, impuestos sectorizados y la integración del sector privado para el financiamiento de infraestructuras y obras públicas.
“Es vital reordenar el gasto público y promover alianzas público-privadas para financiar infraestructuras y obras productivas”, expresó ayer la presidenta de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), Rosanna Ruiz, quien precisó que hay oportunidades de ampliar la base tributaria sin penalizar a los sectores productivos.
Ruiz destacó que la carga tributaria del sector bancario es cercana al 29 %, incluyendo los fondos de consolidación bancaria y de contingencia, y la cuota de supervisión. “La presión tributaria en el sector es del 22.9 %, la más alta entre todos los sectores”, dijo.
Propone facilitar la fiscalidad para las micro, pequeñas y medianas empresas, para que tributen de manera más sencilla. Consideró que es un paso crucial para su formalización.
“Pensamos que sí o sí va a venir la reforma fiscal. Debe, porque está pendiente en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 (END 2030). Debe ser con la concertación pública y privada y debe ser una reforma integral”, enfatizó la ejecutiva en un programa de radio.
Un impuesto mínimo a grandes contribuyentes
El economista y decano de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco, coincidió con la urgencia de tratar el tema, debido a que: “Las condiciones económicas y políticas están dadas para que se comience a discutir y perfilar una reforma fiscal de largo alcance”.
Sin embargo, indicó que la reestructuración debe establecer un impuesto mínimo global para los grandes contribuyentes y grupos de rentas altas. “Esta medida contribuiría a reducir la evasión del impuesto sobre la renta de las personas físicas y jurídicas que ronda alrededor de un 62 %”, dijo.
Propuso también reducir el impuesto a la transferencia de bienes y servicios industrializados (Itbis) del 18 % al 14 %, con lo que estima se reduciría la evasión fiscal a este impuesto que ronda alrededor de un 45 %.
Sugirió la eliminación de exenciones a sectores que, por su desarrollo, no la requieran o necesiten, y mantenerla a otros sectores que aún la requieran.
Modificar el Régimen Simplificado de Tributación (RST) en un “Régimen de Monotributo”, que implique el pago de un monto fijo, mensual, trimestral o semestral que incluya : impuestos, Tesorería de la Seguridad Social, Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep) y otros pagos.
“Esto reduciría la informalidad tributaria, crearía confianza en los pequeños contribuyentes y disminuiría el coste de transacción a los pequeños contribuyentes“, agregó.
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Disminuir el gasto público y eficientizar recaudo
De continuar con la costumbre de incrementar el gasto cada vez que se aumentan las recaudaciones, el destino será continuar el endeudamiento, observó Miguel Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees).
“Es necesario romper ese círculo vicioso: se grava a la población con más impuestos y se gasta más, se neutraliza el aumento en recaudaciones, continúan los déficits y se acelera el endeudamiento”, apuntó el economista.
“Para empezar, no es necesario crear nuevas figuras impositivas. Todo lo contrario, simplificar el sistema eliminando impuestos distorsionadores y reduciendo tasas. Es preciso trabajar con dos figuras impositivas fundamentales, ampliando sus bases a tasas más bajas: el impuesto sobre la renta (ISR) y el Itbis, o impuesto al valor agregado (IVA)”.
Entiende que las exenciones del Itbis favorecen la evasión y benefician a los ciudadanos de mayores ingresos.
“En poco tiempo, vuelve a hablar de una reforma. Esto afecta la atracción de inversiones que no están acogidas a regímenes de exenciones. Los inversionistas, en general, se mantienen al tanto de la nueva modificación impositiva. Esto crea incertidumbre”, consideró Collado.
Explicó que aunque no se realizan reformas formales, las autoridades buscan la forma de poder incrementar las recaudaciones. “Esto se ha estado haciendo, muchas veces, de forma administrativa”.