El origen del choque en cadena ocurrido en la autopista Panamericana, donde murieron una mujer y su hija de diez años aplastadas por el contenedor de un camión, no fue un “auto fantasma” que encerró al conductor de un Peugeot 206 quien, ante esa eventual situación, habría tenido que dar un volantazo.

Así lo sostuvo ante el fiscal de Vicente López Gastón Larramendi, funcionario judicial a cargo de la investigación, un testigo clave que declaró en las últimas horas. El testimonio podría complicar la situación procesal del conductor del Peugeot 206.

“Estaba yendo a unos 120 kilómetros por hora cuando, de repente, vi que el Peugeot 206, que estaba en el segundo carril [de izquierda a derecha], de la nada ‘zigzagueó’ y perdió el control para impactar de lleno en un camión que circulaba en el mismo sentido por el primer carril [el más lento], casi a la par. En ese instante, el camión perdió el control y atravesó toda la autopista sin descender la velocidad ni modificarla. Ya después no pude ver nada más porque aceleré y me fui shockeado”, sostuvo el testigo, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes judiciales.

El testigo sostuvo que eso ocurrió cerca de las 21 del domingo pasado. Él, según sus palabras, circulaba por el cuarto carril [de izquierda a derecha] sentido hacia la provincia de Buenos Aires. La tragedia ocurrió a la altura del kilómetro 15, a pocos metros del puente de la calle Pelliza, en Vicente López.

“En ningún momento vi a otro vehículo cerca del Peugeot 206. Había poco tráfico por el día y la hora”, agregó el testigo, que circulaba por la autopista Panamericana en un Mini Cooper.

La hipótesis del “auto fantasma”, que surgió a partir de las declaraciones testimoniales de los tres ocupantes del Peugeot 206, fue que la tragedia se originó cuando los encerró “un auto gris o blanco” que obligó al conductor a dar un volantazo para evitar el choque, aunque eso lo llevó a impactar contra las ruedas del semirremolque que se dirigía hacia Zárate para cargar mercadería.

“Tanto el conductor del Peugeot 206 como sus dos acompañantes afirmaron haber sido encerrados por un auto gris o blanco. Sus declaraciones fueron coincidentes”, explicó una fuente del caso.

Pero la declaración testimonial de un adolescente de 17 años que conducía otro vehículo involucrado en el choque múltiple comenzó a echar un manto de duda sobre la versión de los ocupantes del Peugeot 206. Ahora se sumó la declaración de este testigo clave.

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