Un grupo de arqueólogos de la Universidad de York, Inglaterra, retomaron la campaña de excavación en el pueblo de Skipsea, en East Yorkshire, que inició en 2021 sobre el yacimiento histórico que lleva el nombre homónimo de la urbanización. Tras las tareas de rescate de elementos de varios siglos atrás, descubrieron una sala de madera medieval en perfecto estado; al mismo tiempo, identificaron rasgos que indicaron que esta construcción se realizó sobre un asentamiento humano del Neolítico, es decir, hace 10.000 años.

Inglaterra es uno de los países europeos que a diario ocupa la primera plana por sus asombrosos hallazgos arqueológicos. En su pequeño territorio, guarda restos de antiguas civilizaciones que arribaron a la isla británica miles de años atrás y que, con el paso del tiempo, fundaron aldeas y reinos por doquier.

Esta semana, la unidad académica -de gran relevancia en Europa- informó en su sitio oficial sobre el descubrimiento de una sala de madera de cinco metros de ancho por 16 metros de largo que estaba rodeada de fosos. El equipo de profesionales marcó el área límite de esta edificación e instaló postes en puntos estratégicos para una posterior excavación, ya que, presumen, podrían existir diferentes “tesoros” ocultos.

El patrimonio de Skipsea quedó destapado hace diez años, cuando los arqueólogos, el Dr. Jim Leary y la Dra. Elaine Jamieson, descubrieron que el enorme montículo tuvo su origen en la Edad de Hierro, lo que, para ese entonces, significó el único de Gran Bretaña. Sin embargo, en un segundo estudio, gracias a la datación de radiocarbono, determinaron que fue hecha 1.500 años antes de la conquista normanda.

Sobre el reciente análisis del hallazgo, Leary describió: “El descubrimiento de edificios de madera que datan del período comprendido entre el colapso del Imperio Romano y la llegada de los vikingos, una época a menudo denominada la Edad Media, es un hallazgo increíblemente raro y significativo”.

Al mismo tiempo, destacó su importancia en la cronología histórica de aquella región: “El descubrimiento en Skipsea es particularmente interesante porque sabemos que el área estuvo en manos del último rey anglosajón de Inglaterra, Harald Godwinson, y luego, después de la conquista normanda de 1066, se convirtió en el centro inmobiliario de los Lores de Titularidad”.

El área en el que se encuentra esta sala antigua está en el lecho de tres lagos secos que nacieron hace 10.000 años y que permanecieron hasta la época medieval. Según explicaron los científicos, este sitio era de gran atracción para las comunidades neolíticas por el acceso al agua pura, tanto para beber, como para los cultivos.

Desde que los humanos descubrieron estos espejos de agua, se instalaron allí y su presencia perduró de manera constante. Es por ello que el yacimiento cuenta con relevantes artefactos milenarios. “Se han descubierto herramientas de piedra del Mesolítico, restos de animales y arpones de hueso”, indica el artículo. Incluso, aparecieron en sus bordes residuos de edificios y senderos del Neolítico y de la Edad del Bronce.

Por su parte, la doctora Elaine Jamieson, del Departamento de Arqueología de la Universidad de York, apreció: “El descubrimiento de estas estructuras proporciona una ventana única a este período poco conocido de la historia, lo que subraya la importancia y el entusiasmo de nuestras excavaciones en curso”. De aquí en adelante, los arqueólogos y los estudiantes de la universidad proseguirán con las excavaciones en mayo y junio.

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