Los diputados de la Asamblea Legislativa esperarán la resolución de la Sala Constitucional sobre la “Ley Jaguar” original antes de empezar a conocer la nueva.
La decisión fue tomada este jueves por cinco de las seis jefaturas de fracción: la única que votó en contra fue la oficialista Pilar Cisneros.
La tesis que se impuso es que el Congreso esperará la resolución integral de los magistrados para poder analizar sus razonamientos y, a partir de esto, decidir el futuro del nuevo proyecto con el que el Gobierno quiere convocar a un referendo.
Esto porque uno de los artículos que incluye la nueva ley reforma otro de la original que fue calificado como inconstitucional por el tribunal.
Bajo esa lógica, tratarán de determinar la razón de esa inconstitucionalidad para luego analizar si la modificación que tiene el nuevo artículo es suficiente para subsanar el vicio.
Si el resultado es positivo, el compromiso es votar el proyecto en primer debate y enviarlo a consulta de la Sala sobre todos sus numerales.
Esa decisión molestó a Cisneros, que insistió en que no tiene ningún sentido esperar una resolución sobre un proyecto que dijo “ya no juega, ya no está, ya murió”.
“¿Qué sentido tiene esperar una resolución de la Sala sobre un proyecto inexistente? No existe más, nosotros vamos a comunicarle a la Sala que ese texto no está vigente y, por lo tanto, no tenemos que esperar ningún pronunciamiento de la Sala ni tampoco la resolución completa”, aseveró.
Sin embargo, Antonio Ortega y otros diputados insistieron en que los únicos con la potestad de archivar un proyecto son los propios legisladores y que lo único que hizo el Ejecutivo fue desconvocarlo de la agenda.
Con la resolución tomada, el Congreso pondrá en espera la propuesta de ley por tiempo indefinido, con la agravante de que los plazos juegan en contra para esa eventual consulta popular, pues por ley el referendo no puede realizarse seis meses antes de una elección popular.