El desafío recién comienza en Venezuela. Resulta arduo leer semejante afirmación, en especial para millones de venezolanos, tras 25 años de chavismo. Pero creer que salir del pantano sería tan fácil como ir a votar sería de una ingenuidad espeluznante. ¿Alguien en su sano juicio puede esperar que Nicolás Maduro y sus secuaces abandonarán el poder porque así lo dispusieron unos cuantos millones de votos cuando les va el patrimonio, la libertad y –en no pocos casos– la vida en ello?