Las personas que practican actividad física a partir de los 60 años reducen el riesgo de muerte o enfermedad cardiovascular entre un 30 y 40 %, según constató un estudio basado en el seguimiento a la salud de más de 14.000 mujeres durante casi diez años.
Las conclusiones de esta investigación del hospital Brigham and Women de Boston, recogidas este lunes en la revista científica Jama Internal Medicine, ponen de manifiesto que da igual que la actividad física se mida por pasos o por intensidad del ejercicio, ya que lo importante es practicarla a cualquier edad.
Para este estudio, los investigadores equiparon con pulseras de seguimiento de la actividad física a 14.399 mujeres sanas de más de 62 años, participantes en los estudios sobre salud de la mujer de este hospital, y les hicieron seguimiento entre 2011 y 2022.
Durante ese periodo, los investigadores enviaron cuestionarios anuales a las participantes para conocer su estado de salud, y en caso de fallecer averiguaron si la muerte se había debido a enfermedad cardiovascular.
Resultados: ejercicio disminuye enfermedades y muertes
Los registros del dispositivo de medición del ejercicio físico indicaron que las participantes realizaban una media de 62 minutos de actividad física de intensidad moderada o intensa a la semana y acumulaban una media de 5.183 pasos al día.
Tras nueve años de seguimiento, aproximadamente el 9% de las participantes había fallecido y el 4% había desarrollado una enfermedad cardiovascular.
La asociación de datos de actividad física y de salud indicó que “cuanto más ejercicio hacían las participantes, menor riesgo de muerte o enfermedad cardiovascular tuvieron”, señalan los autores.
Esta ventaja en la supervivencia se mantuvo independientemente de las diferencias en el índice de masa corporal. Además, los investigadores han visto que el ejercicio también reduce el riesgo de contraer otras enfermedades crónicas e infecciones, y favorece la longevidad.
Los autores concluyen que las métricas más generalizadas para medir la actividad física, los pasos y la intensidad del ejercicio, son igualmente útiles para observar el estado de salud de las personas, con ligeras diferencias entre unas y otras.
Las recomendaciones de salud de Estados Unidos, citadas en el estudio, abogan porque los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física de moderada a intensa (por ejemplo, caminar a paso ligero), o 75 minutos de actividad de alto impacto (como trotar) a la semana.