En un nuevo round de acusaciones internacionales, el portavoz Manuel Adorni negó que el Presidente haya agraviado a la mujer de Pedro Sánchez y pidió hoy que España le pida disculpas a Javier Milei por las declaraciones del ministro de Transporte español, Óscar Puente, quien acusó al mandatario de “ingerir sustancias” días atrás. “Nos gustaría que se llamen a la reflexión y que pidan disculpas”, dijo el vocero.
“El presidente Milei jamás pondría en riesgo la relación diplomática con ningún país”, dijo Adorni, y siguió: “Nosotros no vemos que lo ocurrido tenga nada que ver con las relaciones diplomáticas. Cuando el 3 de mayo el ministro de Transporte español habló de las sustancias que consumía Milei, cuando la ministra de Ciencia habló del negacionismo de Milei, cuando el propio Pedro Sánchez nos definió como ultraderechistas, no hicimos hincapié en las relaciones diplomáticas. Lo que ocurra en el llamado al embajador, veremos”.
El Gobierno aludió así a la convocatoria del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, quien se reunió con el embajador en España, Rodolfo Bosch. El funcionario del gobierno español convocó al representante argentino esta mañana en la sede del Ministerio para exigirle que Milei exprese unas “disculpas públicas” tras acusar de “corrupta” a la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en el marco de su participación en el evento “EuroViva24″, una convención política de ultraderecha organizada por Vox. Bosch le negó esas disculpas, según informaron fuentes oficiales argentinas a LA NACION.
“No nos preocupa la reacción diplomática porque el sentido común nos dice que no puede haber ninguna”, dijo Adorni este lunes en su habitual conferencia de prensa, y subrayó: “Sería irracional. Ante tantos insultos y descalificaciones de miembros del gobierno español, nosotros jamás hemos involucrado a las relaciones diplomáticas. Fue un intercambio entre dos personas”.
Además, el funcionario del gabinete nacional definió como “una gran confusión que tiene el gobierno de España”. “Hacer referencia a los drogas, a que somos odiadores, antidemocráticas más toda una catarata de insultos, están confundidos. Nos gustaría que se llamen a la reflexión y que pidan disculpas. Es una cuestión entre personas”, indicó.
Tensión
Las relaciones diplomáticas penden de un hilo. Albares había considerado las acusaciones como un “ataque” y una “injerencia” en la política interna de España. “Esperamos esas disculpas y en adelante vamos a actuar en consecuencia si no las hay”, había expresado el jefe de la diplomacia española antes del encuentro con el embajador.
Esto se da sólo un día después de que el gobierno español llamara a consulta “sine die” a la embajadora de España en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez, lo que representa una “retirada temporal” de la representante española del país.
“Los dichos sobrepasan cualquier tipo de cuestión política y no tienen precedentes en la historia de las relaciones internacionales y entre dos pueblos tan unidos con lazos de hermandad”, cuestionó Albares. Y sumó: “Se lo recibió de buena fe para un acto de la ultraderecha, se lo trató con respeto y se pusieron a disposición recursos públicos necesarios para su estancia. A esto respondió con un ataque frontal a nuestra democracia, a nuestras instituciones y a España”.