Cuando uno encuentra un departamento con terraza en una zona codiciada de la ciudad, sabe que tiene en sus manos una joya. Si además se trata de un piso alto, con vistas abiertas y muchos metros, cómo es el departamento puertas adentro pasa a importar poco y nada. Tal era el caso de este departamento ubicado en la pintoresca zona del zoológico, a pasos de los bosques de Palermo. Sus dueños, una pareja de extranjeros que visita regularmente la ciudad, amaban su terraza pero entendían que el lugar necesitaba una inversión importante para mantenerlo: era eso o vender. Después de mucho meditarlo, se decidieron por una reforma integral que encomendaron a la diseñadora de interiores Alejandra Nusenovich.

Los dueños dudaban si hacer una gran inversión, pero estaban enamorados de la terraza, algo que no es tan fácil de encontrar en un departamento de dos ambientes.

Alejandra Nusenovich, a cargo de la reforma y el diseño de interiores

Bajo mantenimiento

Aunque no viven acá, los dueños del departamento visitan Buenos Aires todos los años y disfrutan de prestársela a sus amigos viajeros. Según la interiorista, esta particularidad fue determinante a la hora de dar forma al proyecto. “Por el tipo de uso que tiene el departamento, elegí materiales de bajo mantenimiento, que fueran resistentes para que, cuando los dueños vinieran, estuviera todo listo para ser usado”, cuenta Nusenovich.

“Mantuvimos la pérgola tal cual estaba pero, para renovarla y darle más carácter, la desmontamos, restauramos y pintamos de negro, al igual que las paredes y la parrilla”

El paisajismo es sencillo y sigue la misma lógica del departamento: con visitas de riego mínimo y mucho sol, los cactus, suculentas y palmeras sobreviven sin problemas.

Sentir local

“Me pidieron que el departamento hablara del lugar en el que está, pero sin caer en lo obvio. Esa fue la guía para elegir géneros, objetos y muebles de diseñadores locales”

“Quise agregar una textura diferente, pero sin sumar otro material o color al departamento. Así surgió la idea de revestir la pared de atrás de la TV con el mismo porcelanato que colocamos en el baño, y que se alinea con el resto del ambiente”

Uno de los grandes cambios fue el comedor, un espacio que se logró a fuerza de creatividad. Aprovechando la pared que da al ascensor del edificio, crearon una ‘caja’ de paraíso en la que instalaron esta mesa con bancos, algo que el departamento no tenía. “Se creó un espacio muy simpático y contenedor. Nunca pensé que un espacio con tanto negro iba a resultar tan cálido”, reflexiona la interiorista.

“La reforma incluyó el cambio del piso, renovación de conexiones eléctricas y de cañerías, cambios en los cielorrasos para igualar alturas y esconder vigas y mochetas”, cuenta.

Economizar y ampliar

En la cocina, la reforma se ordenó alrededor de dos puntos: aprovechar lo que servía y maximizar el espacio de guardado, que no abundaba. Por ejemplo, el extractor y las mesadas de granito negro fueron reaprovechadas, sumando un revestimiento en la pared cabecera para cerrar la idea. Además del mueble bajomesada, agregaron dos módulos verticales en los extremos y un placar de piso a techo que oculta la línea blanca.

Conexión

“Como el departamento no es muy grande, busqué crear una síntesis: los materiales y paleta se repiten en todos los ambientes, con diferentes terminaciones y detalles, pero siempre manteniendo un hilo”

El baño mantuvo su distribución pero cambió por completo la materialidad, además de incorporar un mueble que oculta el lavarropas y el secarropas.

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