Un hombre mató este lunes, de un tiro en el pecho, a su expareja y luego se suicidó con la misma arma en la puerta del edificio en el que la víctima trabajaba como personal de limpieza. El femicidio, el tercero que ocurre en Córdoba en lo que va del año, estremeció a la localidad de Villa del Rosario, a unos 70 kilómetros de la capital provincial.
El lunes por la mañana, el hombre de 64 años se presentó en el inmueble, ubicado sobre la calle Hipólito Yrigoyen, con la intención de conversar con la mujer, de 59 años. Según reconstrucción del hecho, ella -identificada como Ana María Loza- se encontró con Jorge Oliva, el atacante, cuando arribó para comenzar su jornada laboral. Durante mucho tiempo habían sido pareja.
“Estaban hablando. Ella le abrió la puerta del edificio y él le dio un disparo. Luego se quitó la vida en el lugar, con la misma arma”, señaló un vocero judicial citado por el medio local La Voz del Interior. Según precisó el comisario de la localidad, Fernando Marco, en Noticiero Doce, no había “en la actualidad conflictos, medidas de restricción ni denuncias por violencia vigentes”. “Estamos investigando qué pasó, porque ellos habían cortado la relación hace muchos años”, explicaron las autoridades judiciales.
La Policía asistió al lugar luego de un llamado al 911 por dos personas que estaban muertas en la calle. Según se supo, la mujer falleció como producto de un disparo a la altura del corazón con un revolver Calibre 32 Largo y el autor del femicidio inmediatamente se quitó la vida con un tiro en la sien. La pareja no tenía hijos en común, mientras que la mujer sí era madre fruto de dos relaciones anteriores.
Por el caso tomó intervención la fiscalía de Río Segundo.
Femicidios en la Argentina
Durante 2023, se registraron 322 femicidios a lo largo de todo el país, 30 de ellos vinculados. Esta cifra implicó un aumento de 80 casos en comparación con 2022, según informó la Defensoría del Pueblo. De acuerdo al informe, se cometió “un femicidio cada 27 horas”.
Los datos de la Defensoría indicaron que alrededor del 60% de las víctimas fueron asesinadas en su domicilio, en su trabajo o en la vivienda que compartían con el femicida; y en un 74% se comprobó la existencia de una relación preexistente entre la víctima y el victimario.