“Si (Pedro) Sánchez quiere que le pidamos perdón, que espere sentado”, afirmaron cerca del presidente Javier Milei, en una mañana alterada en la Casa Rosada por la crisis diplomática con España, detonada por las declaraciones del Presidente durante un encuentro de Vox, el domingo pasado, y sus alusiones a la “corrupción” de la esposa del presidente español, Begoña Gómez.

A su llegada a Buenos Aires luego de una gira de tres días en la que participó de un encuentro partidario y tuvo una reunión con empresarios, Milei decidió redoblar la apuesta: no pedirá perdón, como le reclama el canciller José Manuel Albares. Al contrario: para el Presidente, que está en la Quinta de Olivos, debería ser su par español, Pedro Sánchez, el que debe disculparse. Reforzó esta postura el portavoz Manuel Adorni durante la conferencia de prensa diaria en la Casa Rosada (con esta crisis como único tema) al argumentar “la cantidad de agravios” que recibió Milei.

Ley Bases | El impuesto al tabaco se convirtió en un tema casi prohibido en el Senado

Voceros del Presidente aseguraron a LA NACION que está confirmado un nuevo viaje del Presidente a España. Como parte de su presencia en el G-7, que se realizará en Italia y de su paso por Alemania, Milei recibirá el 21 de junio el premio Instituto Juan de Mariana, por su “defensa ejemplar de las ideas de la libertad”, según reza la página de ese instituto. “¿Por qué no iría?”, se preguntaron cerca del jefe del Estado, aunque destacaron que Milei tendrá “otras actividades y reuniones” en España, además de recibir esa distinción, la mismo que recibió, en 2017 Alberto Benegas Lynch (h.), actual diputado nacional de La Libertad Avanza.

Desde la Cancillería que encabeza Diana Mondino, quien no participó del viaje a España, recordaron, al igual que en Balcarce 50, la “cantidad de insultos” que Milei recibiera de ministros del gobierno español, como la acusación de consumir “sustancias”, lanzada por el ministro de Transporte, Ramón Puente, o la definición de “negacionista” que le dedicó la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, también cercana a Sánchez.

“Tenemos un presidente calentón, si lo insultan, va a contestar, y ni hablar de pedir perdón”, señalaron a LA NACION desde uno de los principales despachos ministeriales. Y agregaron que “Sánchez hace todo esto porque está en campaña”. La idea del Gobierno, mientras siguen los escarceos entre ambos presidentes, es la de no mover más las aguas hasta después del 9 de junio, fecha de las elecciones al parlamento europeo, y de la gira del Presidente por Europa. “Hasta ahí no va a haber más novedades”, confiaron fuentes oficiales, convencidas de su estrategia de redoblar la apuesta, pero confiando en una tregua a mediano plazo.

Adorni en público, y otros funcionarios en privado, recordaron que el presidente español tomó partido por Sergio Massa en la disputa electoral doméstica. “Sánchez jugó para Massa en la campaña. ¿Y ahora se queja? ¿Y eso no es injerencia en asuntos de otro país?”, destacó un incondicional en medio de las idas y vueltas entre ambos mandatarios. Cuando lo expresó, Sánchez lo hizo desde España y no en una visita a Buenos Aires, como sucedió con Milei.

Aquietar aguas

A pesar de su concluyente respuesta, y con la idea de no subir más la apuesta, ni Milei ni la cancillería llamarán, por el momento, a consultas a su embajador en España, Roberto Bosch Estévez, quien hoy sí dio explicaciones ante el canciller español. “Le repitieron al embajador lo que ayer dijeron públicamente. El tomó nota y lo transmite a Cancillería, no hubo más que eso”, destacaron a este diario fuentes diplomáticas al tanto de la conversación. Llegado a Madrid hace semanas, Bosch Estévez también estuvo el domingo en el Palacio Vistalegre, el estadio cerrado para 14.000 personas donde se realizó la reunión Europa Viva 24, al igual que la secretaria general de Gobierno, Karina Milei y el secretario de Culto, Francisco Sánchez.

En relación a la embajadora de España en Buenos Aires, María Jesús Alonso, que fue llamada a consultas sine die por la cancillería española y ya partió hacia su país, en el Gobierno creen que será esa la medida más extrema. “¿Van a romper relaciones por estos dichos? Más temprano que tarde, la van a hacer volver a Buenos Aires”, confió un funcionario de confianza del Presidente.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *