El Explorador de National Geographic, Diego Pol, y un equipo global de investigadores y paleontólogos de la Argentina, Estados Unidos y Hong Kong que trabajan en la formación La Colonia, en la provincia de Chubut, identificaron una nueva especie de dinosaurio carnívoro llamado Koleken inakayali. Su nombre deriva de la lengua de los tehuelches de la Patagonia central y hace referencia a la arcilla en la que se encontró envuelto al animal, que es el mismo tipo que la que cubría los restos del líder tehuelche Inakayali.
El animal vivió en el Cretácico Superior hace unos 70 millones de años. Esto también sitúa al Koleken coexistiendo con el Titanomachya gimenezi, descubierto por Pol y su equipo el mes pasado. El Koleken inakayali medía aproximadamente cinco metros de largo, y al ser carnívoro probablemente se alimentaba de los herbívoros de esa época, como los Titanosaurios y los Hadrosaurios, según describió Pol a LA NACIÓN. Era un carnívoro de tamaño mediano. Se sabe que era más pequeño que el Tiranosaurio Rex o el Giganotosaurus, pero más grande que el Velociraptor o Buitreraptor.
Koleken inakayali habitó en Gondwana, un antiguo supercontinente que existió en el hemisferio sur durante parte de la era de los dinosaurios y que incluía lo que hoy son América del Sur, África, Antártida, Australia, e India. Cubría en total una superficie aproximada de 100 millones de kilómetros cuadrados
El Koleken se parece al icónico “toro carnívoro”, Carnotaurus sastrei, el único otro abelisáurido conocido de la Formación La Colonia, que se popularizó en la película Jurassic World. Sin embargo, a diferencia del Carnotaurus, el Koleken es más pequeño y exhibe un conjunto único de características craneales y diferencias anatómicas, en particular, la ausencia de los enormes cuernos frontales de los Carnotaurus.
La investigación del equipo, publicada hoy en la revista Cladistics, detalla el hallazgo de un esqueleto parcial, que incluye varios huesos del cráneo, una serie casi completa de huesos del lomo, una cadera íntegra, varios huesos de la cola y patas casi completas.
“Este hallazgo arroja luz sobre la diversidad de terópodos abelisáuridos en la Patagonia, justo antes del evento de extinción masiva”, dijo Pol. “Nuestro estudio también analiza la evolución de los abelisáuridos y sus parientes a través del tiempo e identifica pulsos de ritmos acelerados de evolución del cráneo en el Cretácico Inferior. Amplía lo que sabemos sobre los abelisáuridos que vivieron en esta área durante el período Cretácico y muestra que eran más diversos de lo que se pensaba anteriormente”, agregó el investigador.
El trabajo de Pol cuenta con el apoyo de la National Geographic Society y tiene como objetivo ampliar la comprensión científica de los dinosaurios y los vertebrados que existieron en toda la Patagonia durante los últimos 15 millones de años del período Cretácico. Su trabajo también desarrollará una base de datos para ayudar a los investigadores a identificar patrones de extinción al final del Cretácico en América del Sur en relación con otras regiones del mundo.
“El descubrimiento del Koleken inakayali promueve significativamente nuestra comprensión científica colectiva de la era de los dinosaurios”, dijo Ian Miller, director de ciencia e innovación de National Geographic Society. “La incorporación del Koleken inakayali a la fauna de la formación La Colonia continúa demostrando que la formación se encuentra entre las unidades rocosas con dinosaurios del final del Cretácico más importantes del mundo. Diego y su equipo de expertos globales, investigadores y técnicos de laboratorio están dando vida a nuevos conocimientos sobre este mundo perdido y promoviendo el trabajo de National Geographic Society para involucrarse en la ciencia y la exploración a fin de comprender mejor las maravillas de nuestro mundo y compartir esos hallazgos con la comunidad global”, indicó el especialista.