La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica este 2º de agosto debido al aumento de casos de Oropouche en la región de las Américas, instando a los países a reforzar la vigilancia y a implementar el diagnóstico de laboratorio.
Esta alerta se emite tras el reporte de las primeras muertes asociadas al virus y la posibilidad de transmisión vertical.
Hasta finales de julio de 2024, se han confirmado 8.078 casos en cinco países: Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba y Perú.
Brasil es la nación más afectada, con 7.284 diagnósticos y dos fallecimientos reportados. Aunque la fiebre de Oropouche se ha considerado históricamente una enfermedad leve, la reciente expansión del virus y la aparición de cuadros graves subrayan la urgencia de una vigilancia más rigurosa.
El virus Oropouche, transmitido por la picadura del jején (Culicoides), se había limitado principalmente a la región amazónica. No obstante, factores como el cambio climático y la urbanización descontrolada han permitido su propagación a nuevas áreas, incluyendo estados no amazónicos de Brasil y países como Bolivia y Cuba.
¿Qué pasa con Costa Rica tras la alerta de la OPS?
Según Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), una alerta de este tipo pretende llamar la atención de la región, sobre todo si se toma en cuenta que la clínica de la fiebre Oropouche es muy similar a la del dengue, una enfermedad que sí ha tenido un aumento importante en Costa Rica.
Hay otros factores que también deben considerar las autoridades al existir casos en Latinoamérica.
“El hecho de que sus vectores, que son Culicoides, de los cuales hay especies en Costa Rica; pero, además, por la movilidad que tienen las personas hoy día, así como por efecto del cambio climático, que ha implicado una movilidad de los vectores, que se desplazan territorialmente: la urgencia o la invitación de la OPS es a intensificar la vigilancia epidemiológica, tanto de los casos como de los posibles vectores”, detalló el experto.
De momento, el Ministerio de Salud no ha emitido una respuesta oficial y mantiene silencio sobre el tema.
Desde el 26 de julio, Teletica.com ha solicitado información sobre posibles medidas de vigilancia epidemiológica y si hay o no riesgo por presencia de vectores en el territorio, pero hasta ahora no se ha recibido ninguna respuesta. Hasta la fecha, las autoridades tampoco han registrado casos en el país.
Los síntomas del virus de Oropouche incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, dolor en articulaciones y músculos, y, en algunos casos, exantema, fotofobia, diplopía, náuseas, vómitos y diarrea. Estos síntomas suelen durar entre cinco y siete días, con la mayoría de los casos recuperándose sin secuelas, aunque algunos pueden necesitar varias semanas para una recuperación completa. En ocasiones, se pueden presentar casos graves con meningitis aséptica.
El diagnóstico se confirma mediante técnicas moleculares, y la OPS ha fortalecido la capacidad de diagnóstico en la región. No obstante, la OPS señala que la similitud de sus síntomas con otras arbovirosis y la falta de vigilancia sistemática pueden llevar a una subestimación de la enfermedad.
La OPS recomienda reforzar la vigilancia epidemiológica, el diagnóstico de laboratorio, y las campañas de prevención a los países, y a la población el uso de repelentes, ropa protectora y mosquiteros para prevenir infecciones, especialmente durante brotes.
Aunque no hay vacunas ni tratamientos antivirales específicos, el manejo sintomático y las medidas preventivas son cruciales para controlar el virus.