KIEV.- Mientras el ejército ucraniano afirmó este viernes que logró “detener” el asalto lanzado por Rusia hace dos semanas en la región de Kharkiv, en el noreste del país, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que está dispuesto a un alto el fuego negociado que reconozca “las actuales líneas del campo de batalla”, según indicaron fuentes rusas a la prensa.
El ejército ruso había lanzado hace dos semanas una ofensiva en la región de Kharkiv desde la frontera, conquistando varias localidades y obligando a Ucrania a desplegar refuerzos en la zona. Este viernes, tras dos semanas de combates, “las fuerzas de defensa ucranianas detuvieron a las tropas rusas en el sector de Kharkiv y están llevando a cabo acciones contraofensivas”, declaró a la prensa el coronel Igor Projorenko, un responsable del Estado Mayor ucraniano. La situación en esta región es “difícil” pero “estable y está bajo control”, añadió.
Los combates continúan en particular por el control de Vovchansk. ”El enemigo está completamente empantanado en los combates de calle en Vovchansk y sufrió pérdidas muy importantes”, aseguró el viernes el general Oleksdandre Syrsky, comandante en jefe del ejército ucraniano. Moscú envió “reservas” para continuar su asalto, agregó la misma fuente.
Syrsky informó también de “intensos” combates “en tres zonas clave del frente oriental, Khasiv Yar, Pokrovsk y Kurakhove.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, anunció este viernes que se encontraba en Kharkiv, principalmente para mantener reuniones sobre la “defensa de la región, en particular en Vovchansk”.
”Toda la ciudad, toda la región de Kharkiv merece nuestro apoyo, nuestra gratitud y nuestro respeto, al igual que cada comunidad ucraniana, cada uno de nuestros ciudadanos que no se someten al enemigo y hacen todo lo posible para salvar sus vidas”, declaró.
Según Kiev, Rusia pretende estirar hasta el punto de ruptura las líneas defensivas de las fuerzas ucranianas, debilitadas tras más de dos años de guerra, la falta de nuevos reclutas y la escasez de armas debido al retraso en los envíos occidentales.
Desde el 10 de mayo, cerca de 11.000 civiles huyeron de la región, declaró el jueves el gobernador Oleg Synegubov.
Cese del fuego
En tanto, cuatro fuentes rusas dijeron a la agencia Reuters que el presidente Putin está dispuesto a detener la guerra en Ucrania con un alto el fuego negociado que reconozca “las actuales líneas del campo de batalla”. Pero también aclararon que el Kremlin está preparado para seguir luchando si Kiev y Occidente no responden.
Tres de las fuentes, familiarizadas con las discusiones en el entorno de Putin, dijeron que el veterano líder ruso había expresado su frustración a un pequeño grupo de asesores sobre lo que considera intentos respaldados por Occidente para obstaculizar las negociaciones y la decisión del presidente ucraniano de descartar las conversaciones.
”Putin puede luchar el tiempo que haga falta, pero también está dispuesto a un alto el fuego, a congelar la guerra”, dijo otro de los cuatro, una fuente rusa de alto nivel que ha trabajado con Putin y tiene conocimiento de las conversaciones en el Kremlin.
Al igual que las demás fuentes citadas, hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto.
Cuando fue consultado sobre esa versión, el vocero de Putin, Dmitri Peskov, dijo que el jefe del Kremlin había dejado claro en repetidas ocasiones que Rusia estaba abierta al diálogo para lograr sus objetivos, afirmando que el país no quería una “guerra eterna”.
Los ministerios ucranianos de Asuntos Exteriores y Defensa no respondieron a las preguntas.
El nombramiento la semana pasada del economista Andrei Belousov como ministro de Defensa de Rusia fue visto por algunos analistas militares y políticos occidentales como la disposición de la economía rusa en pie de guerra permanente con el fin de ganar un largo conflicto.
El nombramiento se produjo tras la presión sostenida en el campo de batalla y los avances territoriales de Rusia en las últimas semanas.
Sin embargo, las fuentes consultadas por Reuters afirmaron que Putin, reelegido en marzo para un nuevo mandato de seis años, preferiría aprovechar el actual impulso de Rusia para dejar atrás la guerra. No hicieron comentarios explícitos sobre el nuevo ministro de Defensa.
Basándose en su conocimiento de las conversaciones en los rangos superiores del Kremlin, dos de las fuentes dijeron que Putin era de la opinión de que los avances en la guerra hasta el momento eran suficientes para que el pueblo ruso considere que hay una victoria.
El mayor conflicto terrestre de Europa desde la Segunda Guerra Mundial ha costado decenas de miles de vidas en ambos bandos y ha provocado amplias sanciones occidentales a la economía rusa.
Tres fuentes dijeron que Putin entendía que cualquier nuevo avance dramático requeriría otra movilización nacional, que él no quería. Una de las fuentes, que conoce al presidente ruso, recordó que su popularidad cayó después de la primera movilización en septiembre de 2022.
El reclutamiento asustó a una parte de la población rusa, provocando que cientos de miles de hombres en edad de alistarse abandonaran el país. Las encuestas mostraron que la popularidad de Putin cayó varios puntos.
Peskov afirmó que Rusia no tenía necesidad de movilización y que, en su lugar, estaba reclutando voluntarios para las fuerzas armadas.
La perspectiva de un alto el fuego, o incluso de conversaciones de paz, parece actualmente remota. Zelensky ha dicho en repetidas ocasiones que la paz en los términos de Putin no es una opción, y ha prometido recuperar el territorio perdido, incluida Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.
Zelensky firmó un decreto en 2022 que declaraba formalmente “imposible” cualquier conversación con Putin.
Una de las fuentes predijo que no habría ningún acuerdo mientras Zelensky esté en el poder, a menos que Rusia lo eluda y hablé con Washington. Sin embargo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo en Kiev la semana pasada que no creía que Putin esté interesado en negociaciones serias.
Agencias Reuters y AFP