La jueza Cristina Penzo citó a declarar a la abuela Catalina por las polémicas llamadas que mantuvo el día en que desapareció Loan, así como también las más de 30 comunicaciones que borró de su celular.
Según confirmaron fuentes judiciales a Noticias Argentinas, la mujer mayor fue citada para este viernes 2 de agosto para que preste testimonial de manera presencial, pero en su domicilio.
“Citar a comparecer como testigo, en su domicilio en razón de la edad, a Catalina Peña para el viernes dos de agosto de 2024 a partir de las 11.00 horas, con fecha supletoria para el lunes cinco de agosto de 2024″, señala el escrito.
Allí se buscará establecer por qué habló con tantas personas aquel jueves 13 de junio, sumado a las 34 llamadas que borró, de acuerdo a las pericias tecnológicas.
En este sentido, la Justicia hace foco en una comunicación en particular. Aquella sucedió horas después de la desaparición de su nieto cuando un contacto desconocido la llamó y mantuvieron una comunicación de nueve minutos. Según informó el medio Mediodía Noticias, el peritaje del celular de Catalina Peña reveló que esa llamada provino de una línea radicada en la provincia de Buenos Aires.
El estudio pericial también develó que la mujer tiene 31 contactos agendados en su celular y aquel jueves 13 de junio mantuvo 166 comunicaciones telefónicas.
Con la apertura del secreto de sumario, confirmado por la jueza Cristina Penzo, ahora tratarán de establecer con quién y de qué tema habló.
A su vez, los investigadores quieren saber por qué Catalina borró los registros de 34 llamadas, pese a que la mujer lo negó: “¿Para qué voy a mentir?”.
Una declaración que complica a Macarena
La jueza Pozzer Penzo informó que se solicitó también la declaración de Macarena Peña y a su tío, José Peña, el papá de Loan.
La hija de Laudelina es uno de los focos de atención de la pesquisa no solo porque estuvo en el paraje Algarrobal, la “zona cero” del caso, en el momento mismo de la desaparición de su primo Loan. También participó del viaje del viernes 28 de junio que comenzó en Nueve de Julio y terminó casi a la medianoche en la ciudad de Corrientes, donde Laudelina compareció, durante la madrugada, en una fiscalía para declarar que su sobrino había sido atropellado la tarde misma del 13 de junio por la camioneta Ford Ranger blanca que conducía el capitán de navío Carlos Guido Peña, a quien acompañaba su esposa, la ahora exfuncionaria municipal María Victoria Caillava.
Anteayer, en su declaración testimonial, Agustín Ybarra, empleado administrativo de la Municipalidad de Corrientes, asistente del concejal Ricardo “Palito” Torres, y uno de los que hizo ese viaje con madre e hija y el abogado José Fernández Codazzi, negó haber percibido que Laudelina o su hija estuvieran sometidas a algún tipo de coacción o amenaza, y afirmó que tampoco vio o escuchó que les ofrecieran dinero u otra cosa para declarar.