La polémica por la apertura de los Juegos Olímpicos de París, Francia, todavía deja esquirlas. El martes se sumó un capítulo más cuando el artista Philippe Katerine pidió perdón, sobre todo a los católicos, por el enojo que generó en el episcopado y los sectores conservadores por una parte en que se lo vio a él pintado de azul con brillos, casi desnudo, cantar un tema. Es que la performance se entendió como si fuese una interpretación la última cena de Jesucristo, algo después desmentido por la organización. “Yo fui educado como cristiano y lo mejor del cristianismo es el perdón”, dijo y reforzó: “Perdón si ofendí a alguien”:
Katerine, que apareció saliendo de una bandeja en un homenaje a Dioniso, fue uno de los que aclaró al periódico Le Monde que no se había hecho ninguna referencia a la última cena durante los preparativos para el boceto general. Esa supuesta alusión, interpretada una vez que la ceremonia inaugural se transmitió por televisión, despertó las críticas de la conferencia episcopal francesa, que habló de una “mofa del cristianismo” y dijo: “Pensamos en todos los cristianos de todos los continentes, que se sintieron heridos por el ultraje y la provocación de ciertas escenas”.
Entonces, en CNN, Katerine -que en sus primeras declaraciones del fin de semana había relativizado las críticas y dicho que no hubiese sido divertido si no había polémica- envió un mensaje a los creyentes y se disculpó.
Según dijo, su canción era un mensaje por la paz, justo en un contexto de guerras, como la de Ucrania y la de la Franja de Gaza. “¿Habría habido guerras si hubiéramos permanecido desnudos? La respuesta es que quizás no, porque no se puede esconder un arma o un puñal cuando se está desnudo”, dijo, citado por CNN, donde habló de una idea de “inocuidad” del hombre sin ropa. Incluso comentó que en las pinturas que recuerdan a los primeros Juegos Olímpicos, de Grecia, también había atletas así.
“Estuve allí [en la apertura] simplemente para cantar esta canción”, indicó el artista, a la vez que dijo que se encontraba “profundamente apenado” si el cuadro que protagonizó “shockeó a la gente”. Alegó que todo se basó en un “malentendido”.
“Yo fui educado como cristiano y lo mejor del cristianismo es el perdón. Para mí es lo más hermoso que existe: el perdón. Por eso pido que me perdonen si ofendí a alguien. Y los cristianos del mundo me lo concederán, estoy seguro. Y comprenderán que en gran parte fue un malentendido, porque en el fondo no se trataba en absoluto de representar la última cena”, explicó.
Asimismo, dijo que lo sorprendieron los cuestionamientos, porque él vio en la apertura “algo muy colorido, reconciliador y pacífico”, y lanzó una crítica al Comité Olímpico Internacional (COI) por negarse a utilizar subtítulos mientras cantaba su tema. Dijo que esto fue, en parte, lo que sumó a la confusión.
No obstante, todo según CNN, Katerine también destacó las tres horas que pasaron las maquilladoras trabajando para lograr su look azul con brillos para la ocasión. Para eso, debió depilarse todo el cuerpo.
“En el escenario siempre estoy muy, muy feliz de actuar y lucirme. Pero en la vida soy muy tímido, y me gusta esconderme y observar a los demás sin que me vean. Eso es lo que prefiero”, contó.
Con información de AFP y Reuters