Las sospechas de fraude cometido por el Gobierno en los comicios presidenciales del domingo en Venezuela siguen creciendo ante la renuencia del Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, de entregar las actas de escrutinio de las votaciones, exigida por la oposición, Naciones Unidas, decenas de países de todo el mundo y organismos independientes como el Centro Carter, que acudieron a Venezuela como observadores. La autoridad electoral ya proclamó como presidente a Nicolás Maduro con un 51,2% de los votos frente al 44,2% del opositor Edmundo González Urrutia; pero la líder de la oposición, María Corina Machado, ha puesto a disposición una plataforma digital para revisar más del 80% de las actas digitalizadas que acreditaría una derrota aplastante del chavismo con más de dos décadas en el poder.