El invierno en Santiago de Chile y en la zona central del país sudamericano ha sido seco, a diferencia de un otoño marcado por dos poderosos temporales. Desde que comenzó la estación, el pasado 21 de junio —aunque algunos estudios climáticos fijaron la fecha en el 1 de junio— la capital chilena ha recibido pocas precipitaciones, y el clima ha estado marcado por un frío matinal y tardes templadas. Pero este panorama cambiará a partir de esta semana, cuando llegue un nuevo sistema frontal que vendrá con más lluvia.